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miércoles, 16 de septiembre de 2020

APROXIMACIÓN AL VESTIDO DE ABYA-YALA EL TRAJE AZTECA

 

En el presente artículo trataremos sobre el vestido de nuestro continente, antes de la llegada de los europeos, el que se llamaba Abya Yala (“Nuestra Tierra”, “Tierra Viva”, “Tierra Madura”) en el idioma de los pobladores Kuna de Panamá y Colombia.

Para ello primeramente construiremos un breve marco referencial: conceptual y teórico.

Por vestido entendemos el sistema de envoltorio material que artificialmente cubre el cuerpo del ser humano.

¿Pero porque nos vestimos? Para contestar utilizaremos una visión compleja, considerando que el vestido es un producto socio-cultural, en el que intervienen factores naturales.

FACTORES SOCIALES DEL VESTIDO

En lo social, el vestuario es consecuencia de la organización social y de la especialización del trabajo que se crea en un contexto histórico determinado, refleja por tanto el avance técnico científico: los instrumentos, las herramientas, la mayor o menor complejidad del proceso de trabajo en la confección, los materiales empleados (la forma en que se producen esos materiales, si son naturales o sintéticos).

Expresa los valores ético-morales, como por ejemplo que zonas del cuerpo se las puede exhibir y cuáles no, considera por tanto a lo que se califica como pudor, genera las zonas erógenas (zonas del cuerpo que llaman la atención del otro género), valores y zonas que son cambiantes conforme cambian las condiciones de desarrollo de la sociedad.

El vestido es un indicador de posición social, desde cuando surge la sociedad desigual como consecuencia de la revolución neolítica cerca del año 3000 a de C, señala por tanto a que estrato social pertenece la persona que se viste de tal o cual manera, forma parte de los denominados símbolos de status. Inclusive en sociedades que viven en condiciones de extremo calor (zonas tropicales de África, Asia, América, etc.), el vestuario es simulado mediante el uso de: pintura y/o tatuaje facial o corporal, pero mediante simbologías específicas se indica la posición social.

Señala además que: tipo de rol social o actividad laboral desempeñan las personas; tipo de recreación pasiva o activa que escogen los individuos para recuperar las fuerzas físicas o intelectuales invertidas en el proceso del trabajo. 

FACTORES CULTURALES DEL VESTIDO

Definamos el concepto de Cultura: 

Desde el punto de vista de la Antropología, Cultura es la producción (creación, realización, etc.) de bienes (productos, artículos, etc.) materiales y espirituales por el ser humano.

Por tanto, existen dos clases de Cultura: material y, espiritual

Cultura Material, es la producción de bienes que tienen un envoltorio o soporte material y por tanto son tangibles, ejemplos: una estatuilla de cerámica de la cultura Valdivia, una nariguera de oro de la cultura Tolita, el papel y la revista que usted amable lector (a) hoy lee, el espacio arquitectónico en el que se encuentra, sus anteojos-si los usa-, los pantalones jeans, las faldas de lino, etc.

Cultura Espiritual, es la producción de bienes que no tienen un envoltorio o soporte material y por tanto son intangibles: las leyendas, las tradiciones, las costumbres, el conocimiento, las ciencias, las creencias, etc. 

Pero el ser humano como hemos visto genera bienes que tienen un envoltorio material, pero que también poseen características espirituales, lo material en la música son los instrumentos, las partituras- hojas de papel- en las que anotamos las notas musicales; en el vestuario lo espiritual es el diseño, el conocimiento, la experticia, la pertenencia: étnica, cultural, político-ideológica, etc.

Para entender otros aspectos que intervienen en el hecho del vestir, partiremos desde otros conceptos, esta ves desde el punto de vista de la Sociología.           

Cultura es la adopción de patrones de pensamiento, sentimiento y comportamiento que son apropiados por un individuo o grupos sociales, de su capacidad de transmisión y aceptación por parte de las nuevas generaciones, las mismas que aceptarán como propios estos tipos de patrones culturales, o los rechazarán parcial o totalmente.

Alienación, es la pérdida parcial de los valores culturales propios y su reemplazo por ajenos.

Aculturación, es la perdida total de los valores culturales propios que son reemplazados por valores culturales extraños.

LOS FACTORES NATURALES Y EL VESTIDO

El clima, la intemperie son factores que definirán las formas y tipos del vestido, así como los materiales que serán usados en su confección.

En climas fríos se genera el traje forro, es decir el vestido en el cual nos metemos, ejemplos: un pantalón, el mameluco que ponemos a los bebés, las túnicas, etc.   

En climas cálidos se generan los drapeados, el vestido consiste en un rectángulo de tela de diferente largo y ancho con el cual nos envolvemos, unas veces de la cintura para abajo, o bordeando el cuello y los brazos: el anaco de nuestras indígenas, los chales, el sari de las hindús, el himatión de los griegos, etc.

Se formarán también los vestidos mixtos o eclécticos, los que combinan ambas formas, que tienen partes cosidas y otras abiertas, por ejemplo, el caftán ruso, una chaqueta. 

Los materiales dependerán de las plantas y de los animales que existen en una zona geográfica determinada, en África, Asia, Europa se utilizará el lino, la seda, el algodón; en América se usará variedades de pencos o cabuyas, el maguey, o fibras como el henequén o pita, el algodón.

En Europa, Asia, África se usa la lana especialmente de ovejas; en América, se obtienen la lana de: la llama, del llamingo, de la alpaca, de la vicuña. 

LAS FORMAS DEL TRAJE DE ABYA YALA

Este breve viaje a la etapa Precolombina de nuestro continente, lo iniciaremos descubriendo las formas del traje de los Aztecas.

EL VESTIDO AZTECA

Los aztecas desarrollaron una importante civilización ubicada en la meseta central del altiplano de México, fundando su capital Tenochtitlán a orillas del lago Texcoco. En el territorio del valle de México formaron una sociedad estratificada de carácter esclavista, en el vértice de la pirámide social se hallaban los aristócratas dirigidos por el emperador, recordemos por ejemplo a Moctezuma II, los militares, sacerdotes, todos formaban los tecuctli. Los ciudadanos libres formaban los macehualli: los artesanos, comerciantes, orfebres, confeccionistas de ropa, etc.

Los aztecas eran muy cuidadosos con la higiene de su cuerpo. De mañana, antes de salir se lavaban con agua fría, usando en lugar de jabón plantas espumosas: Luego del trabajo, se bañaban en ríos, lagunas, etc. Tomaban baños de vapor en pequeñas cámaras de baño, donde una de las paredes de piedra era recalentada con la ayuda de un fogón, se arrojaba agua y se obtenía suficiente vapor, se fregaba el cuerpo con plantas aromáticas, al terminar se tomaba un baño de agua fría. (Manolescu, Gabriela, 1974, Pág. 65).

El vestuario reflejaba la posición social, el que usaban las clases altas era confeccionado de algodón, con ricos bordados, con estampados en frío de hermosos colores con motivos naturales: zoomorfos, ornitomorfos (formas de aves), malacomorfos( formas de caracol), se usaba combinado con las plumas del quetzal, ave muy apreciada por los aztecas y los mayas, ya que posee un plumaje hermoso, con el cuerpo verde y el pecho rojo con iridiscencias, las plumas de la cola y las alas son más largas que las del resto del cuerpo.      

TIPOS DE TRAJES

LOS DRAPEADOS

Son formas rectangulares de tela, de distinto largo y ancho, que se envuelve en el cuerpo. Los aztecas usaban: el Maxtlatl, el Tilmatli.

TRAJE COSIDO

Lo conforman los distintos tipos de túnicas- largas, cortas, con mangas, sin mangas, blusones.

TRAJE MASCULINO

Como lo ha mostrado Claude Stresser-Péan,24 la vestimenta masculina comprendía dos elementos principales: el taparrabos llamado maxtlatl y la capa llamada tilmahtli (“tilma” en español de México). El taparrabos era una manta rectangular de varios metros de largo y 20 cm de ancho que se enrollaba alrededor de la cintura y entre las piernas. Si estos taparrabos eran usados por todos los representantes de la población masculina, los de la nobleza llevaban adornos especiales en las puntas. La capa o tilma era una gran tela cuadrada o rectangular, de algodón o fibra de maguey, constituida de varios lienzos cosidos; atada en el hombro derecho, cubría la totalidad del cuerpo del hombre. Las capas de los nobles llevaban ricos adornos. A estas dos piezas, cabe añadir la chaqueta llamada xicolli, una túnica de manga corta abierta delante del pecho, que llegaba debajo de la cintura. Era llevada por la nobleza y los sacerdotes, principalmente en contexto ritual.  Dehouve, Danièle, El papel de la vestimenta en los rituales mexicas de “personificación”, https://doi.org/10.4000/nuevomundo.69305

El Maxtlatl, drapeado corto que se arrolla desde la cintura, envuelve parte de la espalda, pasa por las entrepiernas, se ajusta mediante una fíbula (especie de prendedor) o con un cinturón. El de los tecuctli, era confeccionado de algodón, tenía hermosos colores vivos, con decoración natural o motivos geométricos: zigzag, curvas, ondas, etc. Este vestido, es la prenda base de los aztecas.

El máxtlatl era un lienzo que cubría los genitales, pasando entre las piernas y atándose a la cintura. En algunos casos, los extremos de la tela colgaban al frente o atrás del cuerpo (Rieff Anawalt, en Arqueología Mexicana, no. 19, p. 11). Según lo muestran numerosas figurillas, el máxtlatl fue la base de la vestimenta masculina en toda Mesoamérica. Su uso prioritario permeó tanto en el Altiplano -particularmente en Tlatilco- como en las culturas del Golfo, sin embargo, no era semejante en todas las regiones. Fundación Cultural Armella Spitalier, p.11

El Tilmatli, es un drapeado largo, que forma una especie de mantón que es usado en tiempo frío. Ésta prenda de las capas conductoras de la sociedad, es ricamente decorada con hermosos diseños de formas de animales, flores, y motivos geométricos. Cada uno de los rangos de los tecuctli, tenía una especie de distintivo que señalaba su posición social   

El enredo masculino fue usado en combinación con el máxtlatl, y se elaboraba a partir de un lienzo cuadrado o rectangular, doblado y sujeto a la cintura. Fundación Cultural Armella Spitalier, p. 12

El del emperador se denomina xiultilmatli (Manolescu, Gabriela, 1974, Pág. 66), es muy lujoso de color verde alabastro con pedrería de turquesa. El xiultilmatli que se usaba en la ceremonia de consagración del emperador, era de color verde, con cráneos pintados y huesos, coronado por una diadema de oro y turquesa, tenía en la mano un bastón de mando con la forma de una serpiente (Ídem, Pág. 38).

   En público, el emperador se vistió espléndidamente con ropas intrincadamente tejidas, magníficas joyas en piedras preciosas y oro, y plumas de quetzal iridiscentes como prueba de su fuerte tonalidad. Los nobles, creían los aztecas, tenían un tono diferente al de los hombres y mujeres comunes. A ellos también se les otorgó ropa especial y rica, al igual que los guerreros que habían demostrado la fuerza de los poderes vitales a través de su valentía y supervivencia en muchas batallas. Solo aquellos que ya poseían una gran tonalidad podían esperar recibir fuerza vital adicional. Traducción del inglés.  Leslie McKeever Furst, .Jill “Food for the Gods" Expedition Magazine 45.2 (2003): n. pag. Expedition Magazine. Penn Museum, 2003 Web. 22 Aug 2020 <http://www.penn.museum/sites/expedition/?p=7940>



1 Noble: manto anudado sobre un hombro, abierto lateralmente. 2 Guerrero: espectacular tocado de plumas. 3 Camisa-túnica de manga larga. 4 Noble con abanico. 5 Camisa de manga larga-Blusón de mangas cortas, falda- túnica. 8-9 Sacerdote: vestido ceremonial. .  Ilustración y pie de foto. Müller Claudia. The Costume Timeline
 VESTIDO MILITAR

Los militares usaban una túnica de algodón denominada ichcahupilli, se cubrían la cabeza con una especie de casco de corteza de madera reforzado con plumas. Los comandantes se distinguían porque llevaban hermosos mantos, el tilmatli, que portaban sujetos en el hombro, tenían hermosos diseños y con una especie de brillantes emblemas en la espalda. Las prendas estaban constituidas por una túnica-el ichca huipilli, y un manto-el tilmatli. también una túnica de mangas cortas denominada xicoli.

En la cabeza de la cúpula administrativo militar se hallaba el Cihuacoatl, una especie de rango de Virrey, quién además era el fiscal del imperio azteca; se encargaba de aprovisionar de todo lo necesario a los guerreros y de abastecer al palacio. Su vestido era un ichcahupilli y un tilmatli de color blanco y negro, colores que sólo él, los podía usar.   

Y es que, según nos cuentan las crónicas, los guerreros aztecas vestían espectaculares trajes de batalla elaborados con plumas multicolores, pieles de jaguar, turquesas, corales, plata y oro, que exhibían orgullosos porque los gobernantes aztecas «cuidaban mucho distinguir las personas por sus insignias, sobre todo en la guerra»2 Bueno Bravo, Isabel. Las Armas y los Uniformes de los Guerreros Aztecas, Revista de Historia Militar, N 111, 2012, p.12

El ejército azteca estaba altamente especializado, ampliamente respaldado por la sociedad y el Estado, que no dudaba en destinar grandes recursos a los asuntos militares y no me refiero únicamente a los inherentes al despliegue bélico, sino a la existencia de tribunales castrenses, edificios para sus ritos y reuniones, también buena parte de los productos de lujo que se reservaban para recompensar las hazañas guerreras, además de incluir en el calendario gran cantidad de fiestas relacionadas con el mundo militar. Sin duda, éstas eran las que más predicamento social tenían, porque en ellas el Estado hacía gala de su liberalidad, haciendo partícipe de los triunfos militares a toda la comunidad, en grandiosos espectáculos públicos donde se recompensaba a los mejores guerreros y se les encumbraba a la categoría de héroes. Bueno Bravo, Isabel.  p.13

Los guerreros eran parte de la jerarquía privilegiada del imperio, obtenían sus rangos militares de conformidad con sus méritos personales, asociados, con el número de prisioneros capturados en combate.

El número de prisioneros y si se hacían en solitario o en grupo marcaba el ascenso militar. Los distintos grados, las unidades tácticas, incluso la filiación étnica quedaban definidas por el uso distintivo de los trajes, las divisas, las armas y los peinados, todo ello regulado en unas ordenanzas dictadas por Moctezuma I4. En ellas dejaban claro quién, por qué y en qué circunstancias podía vestir de determinada manera e infringir estas normas se pagaba con la vida, pero antes de disfrutar de estos privilegios los jóvenes aztecas tenían la obligación de asistir a las escuelas, patrocinadas por el Estado, donde aprendían las artes militares. Los nobles estudiaban en el calmecac y terminaban su formación en el telpochcalli. La primera era una escuela para oficiales y en la segunda recibían la formación física, aprendían el manejo de las armas y las técnicas del combate cuerpo a cuerpo. Bueno Bravo, Isabel.  p.14

El Iyac era el que prendía a un prisionero, tenía derecho a portar una túnica y un manto de forma cuadrada, que llevaba en la espalda cuatro flores.

Aquel que capturaba a dos prisioneros, usaba un manto anaranjado, tenía derecho a portar un escudo, y estaba obligado a cambiar de peinado y a usar un ornamento formado por plumas.   

Las dos primeras capturas en solitario eran muy celebradas. El novato recibía el nombre de «telpuchyaquitlamani, que quiere dezir «mancebo guerrero y captivador», en esta ceremonia se teñía el cuerpo de amarillo y la cara de rojo, con las sienes amarillas y recibía del gobernante dos mantas y dos maxtles o bragueros (fig.1.4) con diseños distintivos de su nuevo rango, para que públicamente fuera reconocido su esfuerzo «y de allí adelante tenía licencia de traer mantas y maxtles labradas siempre»7 Bueno Bravo, Isabel. p.15

Los que tomaban tres prisioneros usaban un manto más rico bordado con cuatro conchas en la parte delantera, en la espalda se bordaba con plumas un diseño que recordaba una mariposa.

Haber realizado tres capturas no solo proporcionaba recompensas materiales, sino que permitía capitanear una compañía y enseñar en el telpochcalli y el cuicalli.  Bueno Bravo, Isabel. p.15

Desde el momento que capturaban un cuarto prisionero, devenían caballero halcón, su manto era dividido en diagonal con campos rojos y negros, tenía derecho a portar una especie de cota (refuerzo de tela más gruesa en el corpiño), el escudo era reforzado con metal (probablemente cobre u oro) que tenían en relieve figuras simbólicas.

Con cuatro o cinco capturas el guerrero entraba en la élite militar. Se le nombraba tlacochcálcatl o tlacatécatl y podía frecuentar los espacios destinados a los altos mandos    De seis a diez capturas, recibían las mayores honras y recompensas materiales, pero a partir de este momento habían alcanzado el techo en la escala militar y la única forma de aumentar el prestigio social era cautivando enemigos de provincias muy concretas, con fama de valientes. Éstas eran Atlixco, Huexotzingo o Tliliuhquitépec. Bueno Bravo, Isabel. p.16

Los militares usaban trajes los que denotaban la jerarquía, estaban compuestos por diversos materiales, insignias y ornamentos.

El nombre genérico para designar al traje que usaban en la batalla era tlahuiztli. Como hemos visto, al inicio de la carrera militar tanto los nobles como los plebeyos partían de cero hasta hacer su primera captura, tras la cual se les permitía utilizar en la batalla una ichcahuipilli o armadura de algodón y una coleta con un mechón recogido en la coronilla (fig.1). Pero a partir de este momento sólo los nobles podían disfrutar plenamente de ascensos y todo tipo de recompensas sin restricciones.

Los trajes de los nobles estaban realizados con materiales que los plebeyos no podían utilizar, principalmente plumas. Estos trajes se colocaban encima de la armadura de algodón que, junto a los impresionantes penachos de plumas sobre la cabeza, les proporcionaba una imagen formidable frente al enemigo. Dentro del mismo grado militar encontramos variaciones que se definían a través del color, las divisas o refinados ornamentos, como bezotes, narigueras u orejeras.  Bueno Bravo, Isabel. p.16p.16

Guerrero Cuachic Estos guerreros eran los más valientes de la elite azteca por haber «sobrepujado sus hechos y valentías, en número de veinte»10. Su aspecto era tan feroz que no necesitaban ningún traje especial para inspirar terror en el enemigo. Iban prácticamente desnudos, sin que las inclemencias del tiempo hicieran mella en ellos. Utilizaban peinados y pinturas corporales como distintivo de su pertenencia a esta unidad. Su valor era legendario de tal forma que preferían morir antes que retroceder.

Guerrero Otomí Otomíes y cuachic compartían el juramento de no retroceder ante el enemigo, custodiar a los novatos en la batalla y ser considerados los guerreros más valientes del ejército imperial.  Bueno Bravo, Isabel. p.16 Bueno Bravo, Isabel. p.16 Bueno Bravo, Isabel. p.16p.18

Guerrero águila (fig.2) Sin duda es el guerrero que alimenta el imaginario azteca, sin embargo, es una paradoja comprobar que, a pesar de ello, no es el más representado14, quizás la razón se deba a su propia exclusividad ya que sobre la ar    Bueno Bravo, Isabel. p.16p.19

madura de algodón se ponían un mono recubierto de plumas y éstas eran un producto de lujo muy exclusivo, que sólo algunos privilegiados podían utilizar con permiso real. El traje se acompañaba de un casco con la forma de la cabeza de un águila, por cuyo pico abierto el guerrero mostraba su rostro. Guerrero Jaguar (fig.3) Junto al guerrero águila el ocelotl o guerrero jaguar es la tipología que más se asocia con la ideología guerrera azteca y como señala Justyna Olko15 la identificación guerrero-azteca guerrero-jaguar debió estar fuertemente arraigada hasta bien entrado el siglo XVIII, por su representación en documentos de esa época. Este traje aparece en las listas de tributos exigidos a diferentes provincias. Unas veces confeccionado y otras simplemente las pieles curtidas. Era de cuerpo entero, atado por la espalda y elaborado en algodón, imitando la piel del felino, o con el propio cuero. Los había de distintos colores y, a veces, por su iconografía parecen estar elaborados con plumas. En cualquier caso, los aztecas eran expertos tintoreros y los productos para teñir garantizaban su permanencia tras los lavados16. Además del traje completo había otro que se hacía de tiras de piel llamado oceloehuatl que podían usar los plebeyos cuando alcanzaban la máxima categoría militar. (Ver caballero pardo)

Guerrero coyote (fig.4) Estos trajes los exigía Tenochtitlan como tributo a diferentes provincias para recompensar a los guerreros que tenían al menos seis capturas individuales. Eran trajes de cuerpo entero, atados por la espalda. Los hay de diferentes colores y materiales como el tozcoyotl con plumas amarillas de papagayo, el citlalcoyotl con plumas de pava y cuyo diseño representaba el cielo estrellado, el blanco o coyotl iztac, el denominado tlecoyotl o coyote de fuego, que se decoraba con plumas brillantes o flecos teñidos de algodón o papel, el tlapalcoyotl de color rojo. Llevaban casco con forma de cabeza de coyote, rematado con un penacho de plumas de quetzal y utilizaba escudos de tipología variada –cuexyo, xicalcoliuhqui o tlilxapo (fig.4.1). No parecen llevar asociada ninguna divisa, aunque en los Primeros Memoriales sí aparecen como tal en varios colores.  Bueno Bravo, Isabel. p.20

Guerrero Tzitzimitl Los tzizimines eran una especie de «monstruos» que amenazaban a los mortales en los momentos de oscuridad, como eclipses o durante la ceremonia del Fuego Nuevo. El traje era de una pieza, atado por la espalda, de color blanco, azul o amarillo y en el pecho llevaba dibujado un corazón17 o un hígado18. Lo más espectacular era el casco que representaba una ca   Bueno Bravo, Isabel p.22

lavera humana, por cuyas mandíbulas abiertas el guerrero veía, en la parte alta llevaba una concha o una flor y se remataba con un penacho de plumas verdes. El escudo que utilizaba era del tipo Cuexyo (verde/rojo) (fig.2.1) y xicalcoliuhqui (fig.8.2). Este traje parece de uso exclusivo del gobernante y el tlacochcalcatl o Jefe de la Casa de los Dardos. Guerrero con traje de Xipe Totec Xipe Totec era un importantísimo dios al que se le dedicaba una de las festividades más relevantes del calendario azteca: la fiesta de Tlacaxipehualiztli. De todos los tipos de trajes para nobles éste parece ser el único que vestía exclusivamente el tlatoani o gobernante -Moctezuma Xocoyotzin lo llevó en su guerra de coronación, en color rojo- Bueno Bravo, Isabel p.19.

Guerrero huaxteco o cuextecatl (fig.5) La Huaxteca era una región que los aztecas codiciaban por sus productos costeros y por el acceso a vías comerciales importantes. En 1440 el primero de los Moctezuma se lanzó a su conquista, sin embargo entre los tributos que impuso no estaba el traje de guerrero que llevaba su nombre23 y que gozó de una enorme popularidad, ya que todo guerrero que hubiera realizado dos capturas podía utilizarlo. Era un traje completo, atado por la espalda, de color rojo, azul, amarillo o bicolor con unas rayas negras horizontales. En lugar de casco llevaba un gorro puntiagudo denominado copilli, que en la parte frontal tenía un circulito de oro. Se completaba con otros adornos como la yacameztli que era una nariguera con forma de media luna elaborada en oro y un pendiente largo de algodón. Este guerrero también tenía derecho a usar sandalias y mantas de ciertos diseños, con las que se reconocía su categoría militar cuando estaba fuera de servicio24. Los caballeros pardos En la sociedad azteca la guerra era casi la única posibilidad de ascenso social y la forma de hacerlo era la misma para nobles y plebeyos. Sin embargo, en la práctica los plebeyos no podían alcanzar las mismas consideraciones que los nobles. Si bien el rey recompensaba a todos los valientes, éstas no eran del mismo valor para unos que para otros, incluso, aunque pudieran llegar a ser guerreros de élite, no formaban parte de las sociedades de los nobles. Estos esforzados plebeyos a lo más que llegaban era a caballeros pardos. «Para los cuales tenían particulares premios y mercedes, con que los diferenciaban de los nacidos de principales, dándoles particulares divisas y armas, para que, en fin, fuesen conocidos por caballeros privados pardos y diferenciados de los demás» Bueno Bravo, Isabel p.24

Trajes enteros A los trajes prehispánicos que cubrían todo el tronco y las extremidades se les llama trajes enteros. Estas prendas tenían un carácter bélico ya que fueron usadas principalmente por guerreros, sin embargo, en su primera aparición arqueológica, el traje entero viste y cubre a un chamán. Se han encontrado representaciones pictográficas de hombres vestidos como jaguares y armados y decorados con escudos e insignias, como aparecen en los murales teotihuacanos. En la cultura azteca, se sabe que algunos hombres usaban trajes de tigre, y trajes elaborados con plumas de cuatro colores: uno de los 13 atuendos militares. Fundación Cultural Armella Spitalier, p. 14


4-5 Guerreros: pieles de jaguar, adornos de plumas, escudos decorados. Ilustración y pie de foto. Muller Claudia. The Costume Timeline

VESTIDO SACERDOTAL

Los sacerdotes usaban trajes ceremoniales de distinto tipo conforme era el rito, entre estos una túnica y un manto negro y verde que llevaban bordado diseño de cráneos y huesos. 


1 Sacerdote: vestido ceremonial. 2 Jefe Guerrero: adornos de nariz y barbilla 3 Guerrero: cuerpo cubierto de plumas, tocado de plumas 4-5 Guerreros: pieles de jaguar, adornos de plumas, escudos decorados.   Ilustración y pie de foto Muller Claudia. The Costume Timeline

 
     
8-9 Sacerdote: vestido ceremonial. Sacerdote: vestido ceremonial con gran delantal pectoral, tocado de plumas, manto largo. Ilustración y pie de foto. Muller Claudia. The Costume Timeline

      VESTIDO FEMENINO

El vestido base de las mujeres estaba constituido por una especie de blusa con cuello redondo u oblongo, denominada huipilli, y, un drapeado que formaba una especie de falda, el cueitl. Las prendas de las mujeres de las clases conductoras, era de gran calidad, hechas de algodón con bordados de motivos naturales, y hermosos colores. Gustaban mucho del adorno personal, llevaban hermosos tocados de plumas de quetzal, se decoraban con collares, brazaletes, narigueras, besotes (en los labios), aretes de oro, plata, con incrustaciones de piedras semipreciosas: jade, turquesa.

La vestimenta femenina comprendía una falda llamada cueitl hecha de una manta rectangular larga enrollada alrededor de la cintura. El busto estaba cubierto por una camisa llamada huipilli (“huipil” en el español de México), corta o larga, o una camisa puntiaguda llamada quechquemitl. Todas estas prendas podían ser ricamente adornadas. Dehouve, Danièle, Ídem

El cuéitl consistía en un paño rectangular que se enredaba alrededor de la cintura y se sujetaba con una cinta llamada nelpiloni, que hacía las veces de cinturón. Esta especie de falda cubría a las mujeres de todo rango social. La distinción de estrato en esta prenda no dependía de la forma sino de la decoración o carencia de ella. Fundación Cultural Armella Spitalier, p.8

El uipilli o huipil ha sido una de las prendas más características de Mesoamérica. Tuvo un uso extendido desde principios del Clásico hasta la llegada de los conquistadores. El huipil consiste en la unión de dos o más lienzos que forman una túnica suelta y sin mangas, usada por las mujeres mayas para cubrir sus torsos. 

El Quechquémitl está conformado por dos rectángulos cosidos, de manera que los picos caen al frente y por atrás, formando triángulos. Para ponérselo, se desliza por la cabeza. Este atavío parece ser originario de la costa del Golfo, pues fue la prenda característica de esa región.  Fundación Cultural Armella Spitalier, p.9

EL CALZADO

El calzado estaba constituido por una especie de sandalias, tejidas con fibras vegetales, de maguey (especie de penco), que se denominan cactli. Los de los tecuctli eran de cuero de animales, ligadas a la pierna con una especie de correas largas que rodeaban la pierna más arriba del tobillo. Las del emperador, tenían incrustaciones de oro, plata, jade, turquesa.

 

BIBLIOGRAFÍA

INTERNET

1.     Bueno Bravo, Isabel. Las Armas y los Uniformes de los Guerreros Aztecas, Revista de Historia Militar, N 111, 2012. Recuperado de: http://www.isabelbueno.es/articulos/84-las-armas-y-los-uniformes-de-los-guerreros-aztecas-revista-de-historia-militar-instituto-de-historia-y-cultura-militar-ministerio-de-defensa-n-111-2012-11-44

 

2.     Dehouve, Danièle, El papel de la vestimenta en los rituales mexicas de “personificación”, https://doi.org/10.4000/nuevomundo.69305

 

  1. Fundación Cultural Armella Spitalier. Historia y presencia del vestido en México prehispánico.  https://www.fcas.mx/wp-content/uploads/2017/10/20.-Vestido.pdf

 

4.     Leslie McKeever Furst, .Jill"Food for the Gods" Expedition Magazine 45.2 (2003): n. pag. Expedition Magazine. Penn Museum, 2003 Web. 22 Aug 2020 <http://www.penn.museum/sites/expedition/?p=7940>

 

 

5.      Lucena, Salmoral Manuel; “La América Precolombina”, Primera Edición, México 1990, “Artesanía, atuendo y vivienda” Paginas 66, 67.

http://redalyc.uaemex.mx/redalyc/src/inicio/ArtPdfRed.jsp?iCve=31502009, Red de Revistas Científicas de América Latina y el Caribe, España y Portugal, Sistema de Información Científica Redalyc, Formato ISO 690-2 (Artículos de revistas electrónicas)

  1. http://www.er.uqam.ca/nobel/r34320/chapitre_4/page1.html. Las grandes líneas de los elementos de indumentaria y decorativos anteriormente - méso américa       

7.     Molina, Deyvid Paul. Identidad en la indumentaria indígena femenina. El caso de Santiago Sacatepéquez, Sacatepéquez”, Universidad de San Carlos de Guatemala, Escuela de Historia, Área de Antropología, Tesis, Guatemala, C.A., noviembre de 2003. http://biblioteca.usac.edu.gt/tesis/14/14_0279.pdf

 

  1. Ulloa, Liliana. Textiles Prehispánicos y Coloniales, Universidad de Tarapacá, Arica http://www.uta.cl/masma/patri_edu/textiles.htm
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LIBROS

  1. Michelle Beaulieu. El vestido antiguo y medieval. Oikos-Tau, Barcelona, 1971.
  2. Colección Belleza y Modas, Curso de Diseño de Modas, 6 Tomos, CEAC, 1992.

3.   Ivonne Deslandes. El traje imagen del hombre. Tusquets editores, Barcelona, 2da edición, 1987.

4.   François Boucher. Historia del Traje: en Occidente desde la antigüedad hasta nuestros días, Montainer y Simon S.A., Barcelona, 1967.

5. Laver, James. Breve Historia del traje y la moda. Catedra, Madrid, 1990

6. Manolescu, Gabriela, 1974, Tsara sharpelui cu pene, Bucureshti, Editura, Albatros.

7. Miño Segarra, Lenin. Anotaciones personales de Historia del Traje.

8. Müller Claudia. The Costume Timeline. 5000 years of Fashion History, Thames and Hudson, New York, 1993

      


                            

CUADERNO 1 Lluvias, heladas, nublados, vientos, soleados, terremoto. Ambato, mayo 30 1948 al 31 de diciembre 1952 PARTE VI

 







DOMINGO SEGARRA PALACIOS




























































 











 
























 



















































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