POEMA DEDICADO A MACHU PICCHU
Lenin Miño Segarra
MACHU PICCHU
Machu Picchu
piedra sublimada
por trabajadoras manos
Viajé a tus
entrañas
Pacha Mama
retornando a la
luz
De la oscuridad
regresé
en el Cusco
para conocerte
Todo mi ser se
conmovió
al mirar tu vital
regazo
enclavado en la
montaña
Heroico granito
andino
que venció
al conquistador
desaforado
Tierra bendita de
los incas
glorificada en el
tiempo
heredad de luz y
sabiduría
Trama y urdimbre
pétrea
esculpida en
ángulos
que concibió la
geometría
Ser rociado por la
aurora
sabia vital de los
Andes
tremuras al
infinito
Eres expresión
poderosa
del gran
Pachakutec
de quipuc camayos
y amautas
Número, ingenio,
medida,
construido
en armonía lítica
Reducto escondido
tu belleza
conmueve
se graba en la
retina
¡Oh! Machu
Picchu
recogía el eco la
voz
de tus esforzados
hijos
Provenimos de tu
matriz
como la fuente
el árbol de la
raíz
Señora de las
alturas
milenaria sinfonía
de batolito compuesta
Luminosa joya
andina
como no amar
tu legendaria
presencia
Pacha mama
enardecida
glorificada por el
Inti
la Quilla la Ch'aska
Geografía generosa
bendecida
por Viracocha
Machu Picchu
iluminas la
historia
engrandeces
la entraña de Abya
Yala
Para referirnos a
esta Joya Arquitectónica, comenzaremos tratando sobre los antiguos pobladores
en el Perú, sus gobernantes en especial el Gran Pachacutec, constructor de este
imponente sitio.
Los inkas se expandieron tempranamente hacia la cuenca
media del Vilcanota, región donde se ubica Machupicchu. En relación con la
ocupación inka del área de Tambo (Ollantaytambo), que abarcaba la quebrada de
Picchu, el cronista Pedro Sarmiento de Gamboa atribuyó esta conquista al inka
Pachakuti, señalando que "tomó para su recámara el valle de Tambo sin ser
suyo" (Sarmiento de Gamboa, 1942 [1572], pp. 179-180) y edificó importantes
construcciones en la zona (Sarmiento de Gamboa, 1942 [1572], p. 199). Por otro
lado, Bernabé Cobo (1892 [1653]) describió la expansión inka hacia el Antisuyu,
destacando que, durante el gobierno de Pachakuti, el territorio se extendió por
el valle de Yucay hasta Tambo y Amaybamba. Tras someter a las poblaciones
locales, Pachakuti continuó su avance hacia el este, llegando a Vitcos y
Vilcabamba (Cobo, 1892 [1653], p. 159). Martín de Murúa (1962 [1590]) también
menciona que Tupaq Yupanqui, hijo de Pachakuti, conquistó el valle de Amaybamba
y desplazó a sus habitantes, llegando hasta Pilcosuni (Murúa, 1962 [1590], p.
51).
De acuerdo con las crónicas, se atribuye a Pachakuti la
conquista de esta región y la construcción de centros administrativos,
políticos y religiosos en Tambo y Vilcabamba, como Ollantaytambo, Machupicchu y
Vitcos. Investigadores como Valcárcel (1929, 2009), Chávez Ballón (1971a),
Kendall (1983), Glave y Remy (1983) y Rowe (1990) coinciden en que Pachakuti
fue el responsable de la edificación de estos asentamientos entre Ollantaytambo
y Machupicchu (Bastante et al., s.f.)
CUSI
YUPANQUI: PACHACUTEC
EL NOMBRE DE MACHU
PICCHU
Según Rowe (1990), el nombre original de la llaqta de
Machu Picchu habría sido Picchu, Piccho o Picho, denominación conocida por los españoles durante el
siglo XVI (Rowe, 1990 [1987], pp. 141, 143). Esta afirmación coincide con lo
señalado por Glave y Remy (citados en Bastante et al., s.f.).
EL ENCUENTRO DE
MACHU PICCHU
Durante varios
siglos, Machu Picchu permaneció como una joya escondida, los españoles en
tiempos de la Colonia, probablemente llegaron a saber de ella, pero talvez no
reunía las condiciones para convertirla en reducción de indígenas, encomienda o
estancia, razón por la que pasó casi inadvertida, condición por la que la
encontramos afectada por el tiempo, y no fue presa de la voraz destrucción de
las huacas o sitios precolombinos, que en otras partes los destruyeron los
españoles, para acabar con las creencias de los infieles y obras del demonio,
que así llamaban a los adoratorios u otros sitios de los incas. Como lo
hicieron en el Cuzco, en donde destruyeron esos santuarios incas y encima de
ellos, o en lugar de ellos construyeron los templos católicos.
"El Descubrimiento"
El 24 de julio de 1911, el
explorador estadounidense Hiram Bingham llegó a Machu Picchu, un hallazgo que
no fue casual. Bingham ya estaba interesado en las leyendas sobre Vitcos, el
último refugio de los incas rebeldes en Vilcabamba. En 1906, durante un viaje
por Sudamérica, llegó al Cusco y se adentró en la selva en busca de Vitcos.
Aunque inicialmente exploró Choquequirao, no quedó satisfecho, pues esperaba
encontrar una ciudad más imponente.
Con el apoyo de la National
Geographic Society y la Universidad de Yale, Bingham organizó una nueva
expedición en 1911. Gracias a información proporcionada por el rector de la
Universidad del Cusco, Alberto Giesecke, quien a su vez había escuchado de
ruinas en la zona de Mandor, Bingham contrató al guía local Melchor Arteaga. El
24 de julio llegaron a la cima del cerro Machu Picchu, donde encontraron la
imponente ciudad inca. Bingham la bautizó con el nombre del cerro y, en un
principio, creyó que se trataba de Vitcos.
Según Rowe (1990), el nombre original de la llaqta de
Machu Picchu habría sido Picchu, Piccho o Picho, denominación conocida por los españoles durante el
siglo XVI (Rowe, 1990 [1987], pp. 141, 143). Esta afirmación coincide con lo
señalado por Glave y Remy (citados en Bastante et al., s.f.).
El 24 de julio de 1911, el
explorador estadounidense Hiram Bingham llegó a Machu Picchu, un hallazgo que
no fue casual. Bingham ya estaba interesado en las leyendas sobre Vitcos, el
último refugio de los incas rebeldes en Vilcabamba. En 1906, durante un viaje
por Sudamérica, llegó al Cusco y se adentró en la selva en busca de Vitcos.
Aunque inicialmente exploró Choquequirao, no quedó satisfecho, pues esperaba
encontrar una ciudad más imponente.
Con el apoyo de la National
Geographic Society y la Universidad de Yale, Bingham organizó una nueva
expedición en 1911. Gracias a información proporcionada por el rector de la
Universidad del Cusco, Alberto Giesecke, quien a su vez había escuchado de
ruinas en la zona de Mandor, Bingham contrató al guía local Melchor Arteaga. El
24 de julio llegaron a la cima del cerro Machu Picchu, donde encontraron la
imponente ciudad inca. Bingham la bautizó con el nombre del cerro y, en un
principio, creyó que se trataba de Vitcos.
QUE FUNCIÓN TIENE MACHU PICCHU
Machu Picchu fue una llaqta (ciudad
inca) estratégica que sirvió como centro político, administrativo, religioso y
militar, articulando el control entre los Andes y la Amazonía. Según estudios
arqueológicos e históricos, su ubicación respondía a la geografía sagrada inca
y funcionó como un núcleo integrador de la región de Vilcabamba y Picchu
(Bastante et al., s.f.).
Arqueólogos como Fernando Astete, Alfredo Mormontoy y
José Bastante coinciden en que Machu Picchu fue diseñada como un complejo
estatal clave, con funciones ceremoniales y de gestión territorial (Hemming,
s.f., prólogo).
EL PAISAJE
El entorno de Machu Picchu es de una belleza excepcional,
con montañas que superan los 5,000 metros de altitud, valles profundos,
acantilados abruptos y una densa vegetación de selva alta. Este paisaje,
combinado con la majestuosidad de las ruinas, lo convierte en un lugar único en
el mundo.
FOTOS AUTOR
Los ingenieros y arquitectos
incas eligieron de manera estratégica la ubicación de Machu Picchu, conocida
como la "ciudad perdida" por su aislamiento y aura de misterio
(Mendoza y Delgadillo, 2013). Este complejo presenta una estructura urbana
compleja que incluye espacios religiosos y científicos con templos, adoratorios
y observatorios astronómicos, un sistema agrícola avanzado caracterizado por
terrazas de cultivo en pendientes pronunciadas, y diversos espacios con
múltiples compartimentos para diferentes funciones.
Machu Picchu cumplió un rol clave como centro
político-administrativo, comparable en importancia a una capital provincial
contemporánea. Esta función se evidencia en su conexión con otros asentamientos
menores como Wiñay Wayna, Phuyupatamarca, Sayacmarca y Llaqtapata a través de
la red del Camino Inca, así como en su posición como punto de convergencia de
ocho caminos principales.
El valle del Urubamba, también llamado Vilcanota, fue rápidamente incorporado al imperio inca y albergó importantes complejos agrícolas y residenciales. En este contexto, Machu Picchu probablemente sirvió como centro administrativo regional para coordinar la expansión hacia la selva alta, aprovechando su clima favorable para nuevos cultivos y la obtención de recursos como madera y oro aluvial. Mendoza, J. y Delgadillo, J. (2013).
De batolito a un monumento. Ediciones Universidad de Salamanca. https://revistas.usal.es/index.php/0211-8327/article/view/14214
FOTO AUTOR
URBANISMO
Y PLANIFICACIÓN EN MACHU PICCHU
En Machu Picchu se continuó con el trazado urbano tomando como referencia a seres relacionados con su esfera sagrada, como el puma, el cóndor. Así como también por cuanto la arquitectura es expresión de jerarquía social, en las llactas se dividía en Hanan-arriba para la jerarquía social alta, Urin-abajo, para el pueblo. Su urbanismo se lo hacía de forma planificada, en base al trazado de plazas de forma rectangular que se disponían en el espacio.
El diseño urbano de Machu Picchu
seguía principios simbólicos y sociales característicos de la cultura inca. La
ciudad se organizaba en referencia a seres sagrados como el puma y el cóndor,
mientras que su distribución espacial reflejaba la jerarquía social: el sector
Hanan (superior) albergaba a la élite, mientras que el Urin (inferior) estaba
destinado al pueblo. Esta planificación urbana se basaba en plazas
rectangulares distribuidas de manera estratégica (Wright & Valencia
Zegarra, s.f.).
PLANIFICACIÓN Y
EMPLAZAMIENTO
Una vez que el inca aprobó la
ubicación de Machu Picchu como predio real, los ingenieros evaluaron
detenidamente las características del terreno. Seleccionaron el sitio
considerando factores como la presencia de un arroyo permanente, un bosque
tropical que aseguraba humedad y abundante roca fracturada ideal para la
construcción. Además, se priorizó la orientación de ciertas estructuras para
ofrecer vistas panorámicas de las montañas y el río Urubamba, cumpliendo con
los deseos del emperador (Wright & Valencia Zegarra, s.f.).
La ubicación de Machu Picchu en
una zona de transición entre el Cusco y la selva baja permitía al inca contar
con defensas naturales, como las abruptas pendientes y el río Urubamba, que
rodeaban el sitio por tres lados. A pesar del terreno escarpado y el riesgo de
deslizamientos, la disponibilidad de roca permitió la construcción de terrazas
y muros de contención (Wright & Valencia Zegarra, s.f.).
Tras despejar la densa
vegetación, los ingenieros dividieron el espacio en un área agrícola y otra
urbana. Para garantizar la seguridad, se construyó una muralla externa que
integraba la topografía natural y una muralla interna con una única puerta de
acceso, conectada al Camino Inca. Una casa de vigilancia y una kallanka (estructura
para alojar visitantes) controlaban el ingreso, mientras que un puente levadizo
en la falla Machu Picchu aseguraba el paso por un ramal secundario del camino
(Wright & Valencia Zegarra, s.f.).
La puerta principal, orientada
estratégicamente, enmarcaba la vista de la montaña sagrada Huayna Picchu,
creando un impacto visual en los visitantes. Detrás de esta puerta se ubicaban
almacenes y corrales para llamas, facilitando la logística de bienes. Siguiendo
la tradición inca, el área urbana se organizó en sectores altos y bajos, con
una gran plaza central, lo que requirió extensivos trabajos de construcción,
incluyendo muros gruesos y rellenos estructurales (Wright & Valencia Zegarra,
s.f.).
Figura 1. El amplio sector agrícola se sitúa hacia el sur del sector urbano, separado por el largo canal principal de drenaje que corre en dirección este-oeste. El camino incaico que venía desde el Cusco puede apenas ser apreciado arriba a la izquierda. Se observa en primer plano el sector urbano norte. Ídem, Ídem, pág. 336
Figura 2. La única puerta de entrada a Machu Picchu se muestra abajo a la izquierda. Hay dos aberturas estrechas localizadas más allá de la puerta que dirigen a espacios para el cuidado de las llamas que servían como bestias de carga, en tanto que a lo largo del sendero se encuentran depósitos para el despacho y almacenaje de alimentos
Figura 3. Un
ramal del Camino del Inca pasaba por la escarpada cara de la falla Machu Picchu
sobre un recubrimiento de piedras construido junto con un paso movible hecho de
troncos. El diseño en forma de puente levadizo proporcionaba a Machu Picchu
mayor seguridad.
Planificación urbana y
distribución arquitectónica en Machu Picchu
Para garantizar superficies planas destinadas a las
construcciones y a la plaza central, se implementaron complejos sistemas de
terrazas y rellenos (Wright & Valencia Zegarra, s.f.). Los principales
templos y la residencia real se ubicaron estratégicamente en el sector
occidental, zona más elevada del área urbana.
Un aspecto fundamental del diseño fue el sistema
hidráulico, que aprovechaba el arroyo permanente de la ladera norte del cerro
Machu Picchu. Mediante un canal con pendiente cuidadosamente calculada, el agua
llegaba por gravedad hasta el corazón del sector urbano alto, donde se
construyó la primera fuente (Wright & Valencia Zegarra, s.f.). Esta fuente
marcaba el inicio de un sistema de dieciséis fuentes que descendían en paralelo
a una escalinata, abasteciendo tanto al sector alto como al bajo.
La Residencia Real se situó adyacente a esta primera
fuente, caracterizándose por su elegancia y privacidad, con un único acceso a
los aposentos reales que garantizaba seguridad y adecuado drenaje. Cerca de
este conjunto, una prominente roca de granito fue seleccionada como base para
el importante Templo del Sol (Wright & Valencia Zegarra, s.f.).
La cumbre del cerro, al ofrecer vistas panorámicas
excepcionales, fue destinada a los templos principales y a la Plaza Sagrada,
consolidándose como el espacio religioso más destacado del complejo (Wright
& Valencia Zegarra, s.f.).
Figura 4. La
única puerta de acceso a Machu Picchu estuvo cuidadosamente diseñada para
proporcionar a los visitantes una impresionante vista enmarcada en el cerro
Huayna Picchu.
Figura 5. El
diseño de Machu Picchu incluía los sectores Oriental y Occidental (alto y bajo)
separados por una larga plaza situada en medio. Esta vista desde el cerro Machu
Picchu mira hacia el norte. El irregular camino al Huayna Picchu puede ser
apreciado en el centro de la fotografía.
Figura 6. La primera fuente incluye una gran losa de piedra dentro de la cual fue tallado un pozuelo rectangular. Un orificio de desagüe está conectado con un canal delicadamente esculpido que trasporta el agua a las fuentes situadas más abajo. El inca utilizaba esta fuente que se encuentra situada en la ubicación más alta.
Figura 7. El
Templo del Sol aloja una importante huaca de roca natural tallada relacionada
con una ventana situada hacia el este. Las dos servían como observatorio solar.
La huaca puede verse a través de la enigmática ventana situada encima de los
dos indios quechuas Ídem, Ídem, pág.338
Distribución
arquitectónica y elementos ceremoniales en Machu Picchu
El diseño urbano de Machu Picchu
presentaba una cuidadosa disposición de estructuras ceremoniales y funcionales.
El sector oriental albergaba el Templo de las Tres Ventanas, mientras que al
norte se ubicaba el Templo Principal. Hacia el oeste se extendía una vista
panorámica, y en el sur se situaba un edificio de servicio (Wright &
Valencia Zegarra, s.f.).
El punto más elevado del área
urbana estaba destinado al Intiwatana, una formación rocosa piramidal que requería
múltiples terrazas para prevenir la erosión. Los artesanos incas nivelaron su
superficie superior y tallaron la cima natural, transformándola en un prisma
rectangular para ceremonias religiosas (Wright & Valencia Zegarra, s.f.).
Bajo este sector, trabajaron otro afloramiento de granito para recrear las
montañas sagradas Yanantin y Putucusi, visibles desde la escalinata de acceso a
la cumbre.
El sector urbano inferior,
ubicado al este, contenía estructuras utilitarias como viviendas y almacenes
secundarios. También incluía varios adoratorios destinados al uso tanto de
residentes como de visitantes distinguidos (Wright & Valencia Zegarra,
s.f.).
Frente a la plaza principal,
accesible desde el Intiwatana mediante una escalinata, se ubicaban tres puertas
de doble jamba. Esta área estaba protegida por puestos de vigilancia y
presentaba formaciones rocosas naturales que, complementadas con muros de
piedra, creaban un efecto visual de "alas". En la base del conjunto,
una roca tallada representaba detalladamente la cabeza de un cóndor, incluyendo
su característica gola (Wright & Valencia Zegarra, s.f.).
EL TEMPLO DEL CÓNDOR: UNA
OBRA MAESTRA ARQUITECTÓNICA INCA
Desde la plaza Principal de Machu Picchu, un pasadizo
conduce al Templo del Cóndor, ubicado en el sector inferior del complejo. Esta
estructura destaca por su diseño único, donde dos formaciones rocosas naturales
fueron incorporadas en la construcción para representar las alas extendidas de
un cóndor (National Geographic, s.f.).
El efecto visual se completa con las sombras proyectadas por estas rocas, que crean la ilusión óptica de alas en pleno vuelo. Frente a este singular conjunto arquitectónico, los artesanos incas tallaron en piedra una representación detallada del ave, incluyendo su característico collar o gola (National Geographic, s.f. Maravilla en las Alturas). https://viajes.nationalgeographic.com.es/a/machu-picchu-guia-para-no-perderse-nada-entre-templos-llamas-y-vistas-vertiginosas_16558
Figura 8. La escalera de las fuentes desciende desde el área del Templo del Sol en forma paralela a una serie de dieciséis fuentes de abastecimiento de agua para consumo doméstico. La décima fuente, que se ve en la parte de arriba a la izquierda, es la única que tiene un surtidor de agua orientado en dirección este-oeste. La decimosexta fuente está en el extremo derecho, detrás del muro de piedra. Ídem, Ídem, pág.339
Figura 9.
Con el propósito de mostrar el poder del inca sobre la tierra y el agua, era
frecuente que se tallaran piedras con el aspecto y el perfil de montañas
importantes situadas a lo lejos. Esta vista hacia el este se puede apreciar
desde la escalera de granito que conduce al Intiwatana, que era un punto focal para
Machu Picchu.
Figura 10.
Machu Picchu tuvo muchos adoratorios y “piedras de adoración” en sectores donde
se aprecian espectaculares vistas de las escabrosas montañas. Ídem, Ídem,
pág.340
FOTO: ISTOCK
UNAS ENORMES ALAS DE
PIEDRA
Desde la plaza Principal, y
a través de un pasadizo, se llega al templo del Cóndor, situado en el barrio
bajo, una de las construcciones más singulares. Su fachada,
formada por dos rocas que sugieren unas enormes alas de piedra abiertas, es el
elemento que lo distingue del resto de estructuras. Las sombras proyectadas por
estas rocas creaban también la ilusión óptica de dos grandes alas de cóndor
desplegadas. Además, justo enfrente de la fachada se alza una curiosa escultura
en piedra tallada en forma de esta ave, con su característico anillo alrededor
del cuello. En: Maravilla en las Altura. National Geographic. https://viajes.nationalgeographic.com.es/a/machu-picchu-guia-para-no-perderse-nada-entre-templos-llamas-y-vistas-vertiginosas_16558
Figura 7.
Desde lo alto del cerro Machu Picchu se puede distinguir con claridad la
división de la ciudad en dos zonas: el Hanan (o parte alta) y el Hurin (parte
baja), expresión de la organización dual inca tanto a nivel religioso como
urbano. Luis
Millones. Machu Picchu. Entre el cielo y
la tierra. En: Machu Picchu.
Investigaciones Interdisciplinarias. Pág.63
Figura 8. La parte rural, al igual que la urbana, se encuentra dividida en dos sectores: el alto y el bajo. Según muchos estudiosos, en estos andenes o terrazas se cultivaba principalmente maíz y coca. Ídem, Ídem, pág.63
Figura 4. Desde el ingreso principal, se puede apreciar el imponente grupo residencial correspondiente al barrio alto de la ciudad, uno de los espacios más hermosos desde el punto de vista arquitectónico. Ídem, Ídem, pág. 62.
FOTO AUTOR
Kallanka, Machu Picchu. Flickr User: Jerry L. (CC
BY-NC-ND) En: Arquitectura inca. https://www.worldhistory.org/trans/es/1-12524/arquitectura-inca/
Foto: Istock. En: Maravilla en las Alturas. https://viajes.nationalgeographic.com.es/a/machu-picchu-guia-para-no-perderse-nada-entre-templos-llamas-y-vistas-vertiginosas_16558
TIPOS DE MUROS
Y PAREDES
La arquitectura inca en Machu
Picchu muestra una notable variedad en las técnicas constructivas de muros y
paredes, destacando diferentes estilos de aparejo. Entre los principales
estilos identificados se encuentra el megaciclópeo poliédrico de textura
canteada, el megaciclópeo poliédrico de fina cantería y el estilo rectangular con
sus diversas variantes como el almohadillado, intermedio, plano, liso y curvo.
Estas variantes constructivas se clasifican
principalmente en dos tipos según la disposición de las hiladas: el isódomo,
caracterizado por hiladas de igual altura, y el seudoisódomo, que presenta
hiladas de alturas variables o alternadas. Además, entre los estilos más
recurrentes se encuentran el aparejo poligonal celular simple y el poligonal
ciclópeo rústico, los cuales son particularmente frecuentes en los muros de
contención de los andenes (Puelles Escalante, s.f.).
Figura 11. Andenes con muros de aparejo poligonal ciclópeo. Se aprecia la biodiversidad de la flora natural.
Figura 12. Detalle central del muro anterior: piezas mega ciclópeas de cantería depurada y encima líticos de estilo rectangular isódomo.
Figura 13. Muro que integra el conjunto Los Morteros; en su paramento se observan líticos diversos de diferentes tamaños y formas y de fina cantería.
Figura 14. Detalle del paramento del muro anterior: líticos de textura granular que muestran la optimización del uso de rocas de diferentes tamaños. Pág.424
Estructura
y diseño de los techos en la arquitectura inca de Machu Picchu
Los techos a dos aguas en Machu
Picchu presentaban una estructura de madera basada en el sistema tradicional de
tijerales, conocido como par-nudillo. Este sistema consistía en vigas
principales que se apoyaban en una cumbrera central mediante una viga rolliza,
mientras que sus extremos inferiores descansaban sobre vigas soleras dispuestas
en la parte superior de los muros. Esta configuración permitía una distribución
equilibrada del peso hacia ambos lados del techo (Puelles Escalante, s.f.).
Para las estructuras conocidas
como wayranas (recintos de tres muros), el sistema de
soporte presentaba una variante significativa. Los tijerales se fijaban sobre
una viga intermedia apoyada en pilastras centrales, mientras que sus extremos
se empotraban en cajuelas talladas en los muros laterales. Esta solución
arquitectónica permitía cubrir espacios abiertos de manera efectiva (Puelles
Escalante, s.f.).
La evidencia arqueológica indica
que este tipo de techado se empleó en edificaciones importantes como el Templo
Principal y el Templo de las Tres Ventanas. Asimismo, se documentan
adaptaciones de este diseño en wayranas cercanas a la Roca
Sagrada, donde se aprecian variantes con vertientes de diferentes longitudes
para ajustarse a la disposición de los mojinetes (Puelles Escalante, s.f.)
Figura 23. Techo a dos vertientes; corresponde a una
edificación de dos pisos markawasi) en la que se aprecia el mojinete y las vertientes
de diferentes longitudes.
Figura 24. Cobertura de techos; arriba: la edificación del markawasi a dos vertientes; abajo: el recinto de la qolqa a cuatro vertientes. Puelles Escalante, Jesús. Ingeniería inka de Machupijchu, En: Machu Picchu. Investigaciones interdisciplinarias, págs. 430-431
Figura 25.
Recinto de la qolqa, con
estructura de maderadel techo a cuatro vertientes; en la parte central se
aprecia el diseño del tijeral de tipo par-nudillo; al fondo la vertiente lateral.
Ídem, pág.430-432
Fotos Autor
Aquí vemos como se
ha reproducido la posible vivienda de los trabajadores, y agricultores, que
labraban en estos andenes agrícolas, que satisfacían las necesidades
alimenticias de los pobladores de Machu Picchu.
EL
CONOCIMIENTO AVANZADO DE LOS INCAS Y SISTEMAS DE REGISTRO
La sofisticación del conocimiento
inca se manifiesta claramente en sus obras arquitectónicas distribuidas a lo
largo del Tahuantinsuyo. Como señalaría Le Corbusier (1923), la arquitectura
representa "arte en su sentido más elevado, es orden matemático, es teoría
pura, armonía completa gracias a la exacta proporción de todas las
relaciones" (p. 15). Este principio se aplicaba meticulosamente en el proceso
constructivo inca, que comenzaba con una fase de conceptualización y diseño,
seguida de una planificación basada en matemáticas y geometría, donde el
cálculo preciso determinaba medidas y proporciones (Niles, 1999).
La ejecución de estos proyectos
requería un profundo estudio del entorno, incluyendo análisis del suelo y
condiciones ambientales, antes de proceder a la construcción propiamente dicha.
Este proceso involucraba a diversos especialistas: arquitectos, ingenieros,
maestros constructores y albañiles, quienes trabajaban de manera coordinada
(Protzen, 1993).
Los quipus representan otro
aspecto del avanzado conocimiento inca. Investigaciones recientes demuestran
que estos dispositivos de cuerdas y nudos funcionaban como complejos sistemas
de registro estadístico, administrativo y contable (Urton, 2003). La variación
en nudos, colores y disposición de las cuerdas sugiere la posibilidad de que
constituyeran una forma de lenguaje gráfico. Fuentes coloniales documentan su
uso para archivar registros, transmitir mensajes a través de los chasquis
(correos humanos), y conservar información histórica, tratados legales y
documentos de estado (Guaman Poma de Ayala, 1615/1980).
TRES TIPOS DE NUDOS
De las interpretaciones de Locke se concluye que la
codificación de los quipus es similar a nuestro sistema decimal (en base 10).
Recordemos las principales características de este sistema: se dispone de 10 símbolos
distintos, las cifras del 0 al 9. En un número como el 6139, cada cifra corresponde
a la cantidad de una potencia n-ésima de 10, donde n varía desde 0 a la
derecha, aumentando una unidad cada vez que se desplaza una posición hacia la
izquierda. Por ejemplo, 6 139 = 6 × 103 + 1 × 102 + 3 × 101 + 9 × 100, o bien, 6 139 = 6 000 + 100 + 30 + 9. Nótese que el
sistema posicional no está conectado con la base 10.
La sofisticación de un lenguaje
depende fundamentalmente de la cantidad de símbolos disponibles y las reglas
que gobiernan su combinación (Cabrera et al., 2007). En el caso del sistema de
quipus inca, cada nudo podía codificar múltiples dimensiones de información a
través de su posición, complejidad, dirección y color. Esta polisemia simbólica
permite especular sobre el alto grado de evolución alcanzado por este sistema
de registro, donde un solo nudo podía funcionar como un ideograma multifacético
o como contenedor de múltiples caracteres codificados (Cabrera et al., 2007).
CONOCIMIENTO CIENTÍFICO
APLICADO A LA ARQUITECTURA INCA
El desarrollo de la monumental
arquitectura inca hubiera sido imposible sin el dominio avanzado de
matemáticas, geometría, trigonometría y teoría de proporciones (Bastante et
al., 2020). Recientes investigaciones geológicas revelan que aproximadamente en
1450, dos terremotos de magnitud superior a 6.5 provocaron deformaciones en los
muros de Machu Picchu, lo que llevó a los incas a desarrollar técnicas
sismorresistentes innovadoras (Agencia Andina, s.f.). Estas incluyeron el uso
de bloques megalíticos, estructuras trapezoidales con base ancha, y dinteles en
puertas y ventanas, soluciones que demostraron una profunda comprensión de la dinámica
sísmica.
HISTORIA DE LA
INVESTIGACIÓN Y RESTAURACIÓN EN MACHU PICCHU
La protección sistemática del
sitio comenzó con la Ley N° 6634 de 1929, que estableció el Patronato
Departamental de Arqueología del Cusco (PDAC) (Ministerio de Educación, 1929).
Las primeras intervenciones (1933-1948) se centraron en estabilización de muros
y andenes, aunque carecieron frecuentemente de sustento arqueológico (Valencia
& Gibaja, 1992 citados en Bastante et al., 2020).
La creación del Instituto Nacional de Cultura en 1971 marcó un hito al institucionalizar la investigación interdisciplinaria que integraba arqueología, historia y estudios ambientales (Bastante et al., 2020). Sin embargo, persiste la necesidad de mejorar la señalización que distinga claramente entre elementos originales y reconstruidos, siguiendo estándares internacionales de conservación patrimonial.
INVESTIGACIÓN EN MACHU PICCHU
Visitando Machu
Picchu, de las lecturas previas así como observamos de que varios sectores de este bien perteneciente al
Patrimonio Cultural de la Humanidad, ha sido sometido a varios procesos de restauración o de
reconstrucción, sin embargo, no encontramos cédulas explicativas, qué indiquen
que partes o sectores de este Complejo Monumental, han sido intervenidas. Creemos que así como en otros bienes pertenecientes al Patrimonio Cultural Mundial, se debería colocar estas Cédulas que expliquen por un lado, la denominación de que es esa parte del Complejo Monumental, que función tenía, señalar cuál es la parte original, cuál es la parte intervenida.
Investigando sobre este tema encontramos que sistemáticamente
se realiza la Investigación Arqueológica, así como Investigación Histórica
sumadas a estudios sobre la fauna y flora, geomorfológicos, que permiten tener
una visión holística del Complejo Monumental de Machu Picchu, las que sirvieron
para la restauración, anotamos algunas de las intervenciones realizadas, sin
pretender agotar este tema.
La
investigación arqueológica constituye una etapa fundamental para la adecuada
conservación, restauración y puesta en valor de los monumentos históricos. Los
estudios realizados en el Santuario Histórico de Machu Picchu han permitido
comprender mejor a las sociedades que habitaron esta región, revelando la
compleja relación entre el paisaje natural y las construcciones arqueológicas,
así como los sistemas de caminos, las prácticas agrícolas y las técnicas
constructivas empleadas. Estos importantes hallazgos han sido publicados
periódicamente en revistas especializadas, proporcionando la base científica
para el manejo actual del sitio.
El análisis interdisciplinario ha
demostrado que Machu Picchu cumplió múltiples funciones durante su periodo de
ocupación. Desde el punto de vista religioso y político, su diseño
arquitectónico, la distribución espacial y la presencia de observatorios
astronómicos revelan su importancia ceremonial. Como centro administrativo,
sirvió de enlace entre la región andina y la Amazonía, particularmente para el
control de la producción de coca y la extracción de metales preciosos en
Vilcabamba. Además, desarrolló una significativa actividad productiva
relacionada con la manufactura de textiles, objetos metálicos y la agricultura.
La construcción de Machu Picchu
requirió la participación de especialistas en arquitectura, ingeniería y
astronomía, junto con una considerable fuerza laboral. El proceso constructivo
siguió una secuencia técnica precisa que inició con la preparación del terreno
y la edificación de muros de contención en los niveles inferiores.
Posteriormente se construyeron plataformas utilizando grandes bloques de
granito en sus capas más profundas, creando un sistema efectivo de drenaje y
estabilización del terreno. Este proceso constructivo puede dividirse en dos
etapas principales: una primera fase de planificación y construcción inicial,
seguida de una segunda etapa de modificaciones y ampliaciones arquitectónicas
realizadas para resolver problemas de estabilidad y adaptar los espacios a
nuevas necesidades funcionales.
Figura 24.
Restauraciones en el conjunto 14 (fuente: San Román 1983).
Figura 25.
Recinto 6 (conjunto 29) en primer plano; de alli se extrajeron en 1983 las
muestras para analisis radiocarbonico, 2016 (fotografia: Alicia Fernandez).
Ídem, pág.176
Figura 28. Acondicionamiento del techo de la denominada Casa del Guardian (recinto 4, conjunto 9) (fuente: San Roman 1986).
Gracias a este enfoque multidisciplinario se
ha podido establecer la posible función de Machu Picchu, el proceso
constructivo y la mano de obra calificada.
La
llaqta de Machupicchu cumplió múltiples funciones durante su corto periodo de
ocupación. Los estudios arqueológicos, históricos y las investigaciones
interdisciplinarias recientes indican que su ubicación estratégica estuvo
vinculada a factores de distinta naturaleza:
Religioso-políticos
reflejados en su diseño arquitectónico, la organización
espacial y la existencia de observatorios astronómicos.
Administrativos
al servir como
enlace entre los Andes y la Amazonía, especialmente para controlar la
producción de coca y la extracción de metales preciosos en Vilcabamba.
Productivos
relacionados con la fabricación de objetos en esquisto,
textiles y metales, así como con actividades agrícolas (Bastante, 2016).
Su construcción requirió
especialistas en arquitectura, ingeniería y astronomía, junto a una extensa
mano de obra. El proceso inició en la base del terreno con muros de contención,
seguido por plataformas rellenadas con grandes bloques graníticos en sus capas
inferiores (Astete, 2012). Este sistema aseguró estabilidad y drenaje eficiente
(Wright y Valencia, 2006 [2000]).
Se identifican dos etapas constructivas:
Planificación inicial- preparación del terreno y construcción básica.
Modificaciones posteriores- ajustes arquitectónicos, posiblemente por problemas de estabilidad (Ídem, p. 218).
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