Éfeso está ubicada a 3 km de la histórica ciudad
de Selcuk, en el
distrito de Esmirna cerca de la
costera ciudad de Kusadasi - Turquía. En
la unión de varias rutas de intercambio dentro del mundo griego, y sobre el
camino principal de Roma hacia el Oriente. Ëfeso fue reconocida por la Unesco
como Patrimonio de la Humanidad desde 2015.
HISTORIA
Fue fundada por los griegos jónicos en el siglo XI a.C. En el siglo VI
a.C. el rey Creso de Lidia la conquistó. Después de su caída ante Ciro, se
integró al Imperio Persa. Dos siglos más tarde cayó ante Alejandro Magno, y
luego cambió de dueño varias veces durante los primeros años de sus sucesores.
Después estuvo en manos seléucidas, de quienes los romanos la tomaron luego de
derrotar a Antíoco el Grande, en Magnesia. La ciudad pasó entonces al reino de
Pérgamo. Cuando Atalo III de ese reino la legó a Roma (133 a.C.), Efeso se
convirtió en el centro más importante de la provincia romana de Asia. Como en
la mayoría de las grandes ciudades del Imperio Romano, en Efeso había una
comunidad judía con su sinagoga (Hch. 18:19; 19:8, 17). Pablo, como de
costumbre, al llegar comenzó su predicación en ella. La primera vez lo hizo
brevemente, y siguiente vez durante tres meses en su tercer viaje (Hch. 18:18;
19:8).
Durante el siglo III d.C. sufrió una invasión de los godos, quienes
destruyeron el famoso templo de Artemisa. Sin embargo, se recuperó, y en el 431
d.C. fue el asiento del tercer concilio general de la Iglesia. En él se
hicieron declaraciones importantes con respecto a la naturaleza de Cristo, y
María fue oficialmente declarada la madre de Dios.
Gradualmente
la ciudad perdió su importancia por causa del constante relleno del puerto con
el limo del río Cayster, y se convirtió en ruinas. Una de las ruinas más impresionantes
es el gran teatro construido en la falda occidental del monte Pión. Su
auditorio semicircular tiene un diámetro de unos 150 m, y el foso de la
orquesta unos 33 m. El escenario tenía un ancho de casi 7 m, y gradas con 66
hileras de asientos con una capacidad para 24.500 personas. Este fue el
escenario del tumulto contra Pablo y sus enseñanzas registradas en Hechos
19:23-41. https://www.bibliatodo.com/mapas-biblicos/efeso
Testimonios gráficos de la
ruinas los hizo Luigi Mayer en 1788
mediante acuarelas, que se hallan en el British Museum
Vista de las ruinas del antiguo teatro de Éfeso; Hombres
turcos a caballo vistos en primer plano, y un pastor visto a la izquierda; las ruinas
que se ven al fondo. Acuarela
Mitos fundacionales
Según
los historiadores antiguos, el mito de la fundación de Éfeso se
remonta al período anterior a la colonización jónica. Cuentan que antes de
partir a extender sus dominios y buscar un nuevo asentamiento, Androcles, hijo
del rey de Atenas consultó al oráculo sobre su nueva travesía y éste le contestó
que debería establecerse: «en el lugar que se indicará con un pez y un jabalí».
Al
desembarcar en Anatolia, Androcles y sus colonos acamparon en un claro, en
el que -según la leyenda-, mientras asaban un pescado, saltaron chispas de la
sartén y crearon un pequeño fuego entre los arbustos, de donde huyó, asustado,
un jabalí. Recordando las palabras del oráculo, los colonos decidieron que
habían encontrado su nuevo asentamiento.
Otras
fuentes apuntan a la fundación de la ciudad por parte de las amazonas. Según
los pasajes mitológicos, las amazonas eran una raza de guerreras, supuestamente
hijas de Ares, que vivían en Anatolia, por el segundo milenio antes de
Cristo. Se dice que las amazonas tomaron parte en la Guerra de
Troya apoyando a Héctor, por lo que Aquiles cobró venganza y asesinó a su
reina, Pentesilea, una mujer tan hermosa que, al verla bien, aún después de
muerta, el propio Aquiles quedó prendado de ella. Según cuenta la leyenda, las
amazonas interactuaban con los hombres solo de dos maneras: la guerra y la
procreación, y solo admitían a las hijas hembras.
Un detalle de un sarcófago romano del siglo III d.C. que muestra a la amazona Pentesilea y al héroe griego Aquiles en una escena de la Guerra de Troya. Se decía que Aquiles se enamoró de la amazona en el mismo momento en que la mató con su lanza. (Museos Vaticanos, Roma). https://www.ancient.eu/image/1247/penthesilea--achilles/
Una estatua de mármol de una amazona herida. De un original del escultor griego Fidias del siglo V a. C. Cabeza: réplica de la del Amazonas de Polykleitos. Procedencia: Villa d'Este, Tivoli. (Museos Capitolinos, Palazzo Nuovo, Roma) https://www.ancient.eu/image/1163/wounded-amazon/
Un antiguo mosaico romano del siglo IV d.C. que representa a una guerrera amazona en combate montado contra un jinete griego. El griego se está apoderando del gorro frigio de la Amazonas. Detalle recortado de un mosaico de Daphne, un suburbio de Antioquía en el Orontes (actual Antakya, Turquía), ahora en exhibición en el Ala Denon del Museo del Louvre. https://www.ancient.eu/image/11792/mosaic-of-amazon-warrior-fighting-greek-rider/
Otra de las teorías sobre la fundación de Éfeso sugiere que ésta ciudad fue la Apasas reina de los Hititas, alrededor del 1400 a.C.
Las cuatro Éfeso
Éfeso ha
sido localizada en diferentes lugares en distintos momentos: Éfeso I, se
encontraba en Ayasuluk Tepesi, habitada por anatolios antiguos, carios y
lelegianos. En ese momento había un culto a la Gran Madre
Tierra (Triple Diosa, Cibeles), que actuó como un imán atrayendo a peregrinos
y pobladores, incluso antes de la emigración jónica.
Éfeso
II se enclavó en la ladera norte de Panayir Dagi (Monte Pion) y al
igual que otras ciudades de la costa egea de Anatolia, pasó a ser
gobernada por Creso de Lidia y luego por los persas, a partir del 546 a.C. En
el 334 a.C. cayó ante Alejandro Magno y, posteriormente la ciudad pasó a sus
sucesores: Lisímaco y los gobernantes selyúcidas.
En el
siglo IV A.C., el puerto empezó a amenazar con encenagarse, por lo que fue
necesario volver a mover la ciudad, y se creó Éfeso III, entre Panayir Dagi
y Bulbul Dag (Monte Coressus). Los restos de las murallas de
esa Éfeso todavía se pueden ver en las faldas del Bulbul Dag.
Más tarde, el control fue tomado por Pérgamo y eventualmente
pasó a manos de los romanos (a partir del 133 a.C.). Durante este
período, Éfeso se convirtió en la capital de la provincia
de Asia Menor y la población llegó a un cuarto de millón de personas,
pero entre los problemas con el puerto y las repetidas incursiones árabes, la ciudad
volvió a mudarse a la colina de Ayasuluk, formándose Éfeso IV,
en gran parte de donde hoy la
visitamos https://www.viaurbis.com/historia-de-efeso/
Éfeso fue un centro de aprendizaje y
el lugar de nacimiento y hogar del gran filósofo presocrático Heráclito.
Las mujeres gozaban de derechos y privilegios iguales a los de los hombres y
existen registros de artistas femeninas, escultoras, pintoras y maestras. Por
la noche, las calles de la ciudad eran iluminadas con lámparas de aceite, un
lujo que no muchas ciudades podían permitirse. https://www.ancient.eu/trans/es/1-575/efeso/
Durante el Imperio Romano, Éfeso fue un importante centro
religioso, cultural y comercial que la convirtió en una de las cuatro ciudades
más importantes del imperio, una urbe legendaria por la que han pasado
personajes históricos de la talla de Heráclito, Alejandro Magno,
Cleopatra, Marco Antonio, el emperador César Augusto, la Virgen María o los
Apóstoles Juan y Pablo.
Caminar entre las ruinas grecorromanas de Éfeso es hacerlo por
un inmenso museo al aire libre que nos transporta en el tiempo hasta un lugar
que ha sido testigo a lo largo de la historia de las más cruentas guerras y
disputas debido a su estratégica situación y su importante puerto marítimo, un
puerto que supuso el inicio del fin de Éfeso cuando en el siglo V el mar
comenzó a retroceder por culpa de la erosión y la sedimentación alejando a la
ciudad de la línea de costa y dejando inservible el que durante siglos había
sido el motor económico de la ciudad.
Lo
primero de todo y para que os hagáis una idea de cómo era esta ciudad en su
época de mayor esplendor es echarle un vistazo al siguiente plano en el que se
puede ver una reconstrucción del aspecto de Éfeso durante los primeros siglos
de nuestra era, cuando albergaba más de 200.000 habitantes .
Podéis verlo más grande y descargarlo a su tamaño original pulsando sobre la
imagen.
Tomado de: https://www.photoviajeros.com/2014/10/Efeso.html
LA ÉFESO DE HOY
Llegamos
a la Calle del Puerto (1), también conocida como Vía
Arcadia. Esta avenida era una importante calle comercial de la época romana
en la que se situaban decenas de tiendas y galerías comerciales de las que
apenas se conservan sus cimientos. Sin embargo, las grandes losas de mármol con
la que se pavimentó permanecen prácticamente intactas y en un excelente estado
de conservación. A ambos lados de la calle, una sucesión de columnas y los
restos de pedestales sobre los que se erigían decenas de estatuas nos hacen
imaginar cómo era la principal vía de conexión con el puerto.
Al
final de la Vía Arcadia (que podéis ver en la siguiente fotografía) se
encuentra una de las principales construcciones de la ciudad, el
imponente Teatro (2).
Sus
dimensiones son colosales. Cuenta con 150 metros de diámetro y 30 metros de
altura en su última fila de gradas. Se construyó aprovechando la ladera del
monte Pión y tiene una capacidad para más de 25.000 personas, lo
que le permitió convertirse en el mayor anfiteatro de su época.
Construido entre los siglos III y II a.C y posteriormente ampliado por los
romanos, cuenta con una excelente acústica que le ha permitido albergar desde
foros de discusiones, obras de teatro y conciertos hasta peleas de gladiadores
y todo tipo de espectáculos circenses. https://www.photoviajeros.com/2014/10/Efeso.html
EDIFICACIONES DESTACADAS
LA BIBLIOTECA DE
CELSO
Al final de la vía principal de los Curetos se levanta el monumento más
espectacular de la ciudad, o lo que queda de él, la biblioteca de Celso.
Espectacular, en el siglo II albergaba más de 10.000 pergaminos que atesoraban
todo el saber de aquel tiempo. http://espirituviajero.com/asi-se-vivia-en-efeso-turquia/
Se puede observar su hermosa
fachada, compuesta por dos plantas con tres entradas en el nivel más bajo con
sus correspondientes tres ventanas en el nivel superior.
Cuatro nichos con
cuatro estatuas protegen las tres entradas. Representan las virtudes que poseía
Celso: Ennoia, la
Reflexión; Sofía, la Sabiduría; Areté, el Valor; y Epistémé, el Conocimiento. https://viajerosblog.com/efeso-descripcion-de-su-historia-y-la-biblioteca-de-celso.html
La Biblioteca: “fue erigida en el 110 d.C. por el cónsul Gayo Julio
Aquila en honor de su padre Tiberio Julio Celso Polemeano, procónsul de Asia
entre los años 106 y 107 d.C.”
FOTOS AUTOR
DIOSA DE LA
VICTORIA NIKÉ
TEATRO
Número XXVI: Vista de las ruinas del antiguo teatro de Éfeso con la entrada arqueada original en primer plano; Hombres turcos vistos a la derecha y un artista con atuendo occidental visto con ellos 1788
https://www.britishmuseum.org/collection/object/P_1960-0212-1-24
ENTRADA AL
INTERIOR DEL TEATRO
TEMPLO DE ADRIANO
Esculturas en la
que fue la Plaza de Domiciano
ANUNCIO DE ENTRADA
A UN BURDEL
Y de vuelta a
casa, al pasar por la calle de Mármol, intentaría evitar el reclamo del primer
anuncio que se conoce: el de la huella de un pie, uno de cuyos dedos indicaba
la entrada del burdel. http://espirituviajero.com/asi-se-vivia-en-efeso-turquia/
Por lo que escuchamos a través de la explicación de un guía, se cree que esta huella grabada en mármol se trata del primer anuncio de la historia, ya que tanto los grabados del pie como otros más desgastados en los que se pueden ver el retrato de mujer y un corazón, supuestamente estarían indicando el "camino hacia mi corazón", en clara referencia a que si la persona que lo viese seguía esas indicaciones, encontraría a la prostituta que dejó ese anuncio en el burdel que hay en las cercanías.
FOTO AUTOR
VESTIGIOS DE ESTRUCTURAS ARQUITECTÓNICAS
Se han excavado una cantidad de esas construcciones y algunas hasta se han reconstruido, de modo que el visitante moderno puede tener una idea de su aspecto interior. ¡Pero qué contraste entre el pasado y el presente! Ese lugar fue una vez el activo centro de una populosa ciudad en la cual el visitante veía bellos edificios y hermosas estatuas y también una vida metropolitana activa. Ahora se ven columnas rotas, trozos de paredes y montones de tierra y de escombros que todavía no se han excavado. La vida activa y bulliciosa que una vez llenó este centro de una de las más grandes ciudades del Medio Oriente, ha desaparecido. http://www.contestandotupregunta.org/iglesiaapoc2.htm
Como sitio arqueológico, Éfeso es inusual. Las
ruinas normalmente indican, con su presencia, lo que está ausente. Al inicio
del recorrido por la zona arqueológica, los vestigios que se encuentran al paso
realizan esta función convencional, metonímica: en el piso, los trozos
estriados de mármol, compasivamente agrupados por algún santo arqueólogo,
indican que ahí hubo una columna, hoy ausente; una columna todavía en pie
sugiere aquello que soportaba y que hoy está desaparecido. https://travesiasdigital.com/destinos/efeso-en-contacto-con-la-antiguedad
Vista de una estructura de tres arcos
Número XXVIII: Vista de las ruinas de
la antigua ciudad de Éfeso, algunas pueden pertenecer al Templo de Diana;
Hombres turcos sentados junto a un arco, a la derecha; más ruinas cubiertas de
plantas, vistas detrás. 1788
Calle con restos
de estructuras arquitectónicas
Columnas de Orden Jónico
Pórtico con el
símbolo de la cruz
Vestigios con una pared
reforzada con contrafuertes de piedra y de 5 columnas
Capitel de orden
Jónico con volutas o spiras
Interesante piedra
tallada, en la que observamos influencia mesopotámica en esa especie de cáliz
de tres patas en cuyo centro parece hallarse un sumerio ataviado con un
kaunakes. Grecia Antigua en el desarrollo de su prodigiosa cultura, se nutrió
de influencias del Asia Menor, de la China, Egipto entre las principales. Se
observa también una especie de cáliz más pequeño.
Fragmentos de estructura arquitectónica
Escultura de un
personaje vestido con un himation-drapeado largo griego, drapeado es un pedazo
de tela generalmente rectangular de distinto ancho y largo con el que se
envuelve el cuerpo de distintas formas, se sujeta con ayuda de una fíbula (como
un prendedor). En el vestido griego se notaban influencias de la arquitectura,
en la forma de los pliegues que concuerdan con las estrías de las columnas.
Calzada con placas de mármol
Restos de columnas
Columna de Orden corintio
Descripción
Número XXVII: Vista de las ruinas de la antigua ciudad de Éfeso; Hombres turcos vistos a la izquierda y ruinas cubiertas de plantas vistos desde atrás. Acuarela 1788
Restos de ambientes de una estructura arquitectónica
Número XXXII: Vista de las ruinas de la antigua ciudad de Éfeso; en primer plano, a la izquierda, un hombre turco visto apuntando hacia grandes frisos esculpidos que yacen en el suelo; un hombre vestido con ropa occidental sentado junto a él dibujando, los restos de una defensiva 1788
Debido a su
situación estratégica, de conexión entre Europa y Asia, el territorio de la
actual Turquía fue objeto de innumerables ocupaciones por parte de diferentes
pueblos, Éfeso no es la excepción, debido a su situación estratégica en el mar
Egeo. En ese contexto, fue también puerto de entrada del cristianismo debido a
la difusión de esta nueva religión que se iba creando por parte de los
apóstoles.
Artemis
en Éfeso era un lugar de peregrinación para los paganos. Vivir en el centro de
la ciudad no era seguro para los primeros cristianos. Por lo tanto, Juan y
María vivían en una montaña fuera de Éfeso. María pasó sus últimos 9 años aquí.
Después de la ascensión, Juan viajó a través de Anatolia. (Anatolia es una
palabra griega que significa tierra del este donde sale el sol.) El emperador romano
Domiciano exilió a Juan a Patmos. Escribió el libro de la revelación en la isla
de Patmos. Envió 7 cartas a 7 iglesias de Asia Menor. La palabra iglesia no
significaba un edificio en ese momento. Significaba comunidad de cristianos. La
casa se descubre en el siglo diecinueve. Una monja alemana paralizada que nunca
ha estado en el lugar vio visiones. En sus visiones, vio dónde vivía la Virgen
María, murió y fue enterrada. Un libro escrito. Más tarde las descripciones de
este libro, buscadas por la iglesia de Izmir. La casa ha sido una capilla por
cien años. Hay monjas y sacerdotes asignados por el vaticano. En mil
novecientos sesenta y siete papa paul sexto vino y oró aquí. Hasta ahora
llegaron 3 papas. Un millón y medio de visitantes al año. No todos los
visitantes son cristianos. Muchos visitantes musulmanes. Los musulmanes
consideran a María como la madre de un profeta. Meryem es el nombre de María en
el libro del Corán. Meryem es un nombre muy popular en Turquía. La tumba
de María es buscada con dispositivos de sonar, pero no hay pruebas científicas.
Entre las iglesias cristianas hay diferentes teorías. Los católicos creen que
ella pasó sus últimos años aquí.
En la ciudad de Éfeso se encontraba el llamado Artemision, o el Templo de Artemisa, construido alrededor de los años 575 a.C o 560 a.C. Esta edificación, al estilo griego, estaba dedicada a la diosa helena de la caza, Artemisa. El templo fue un importante lugar de peregrinación y debido a su belleza estética fue denominado como una de las siete maravillas del mundo antiguo.
Precisamente frente a este templo alrededor del año 55 d.C. el apóstol cristiano Pablo de Tarso pronunció sus sermones de evangelización en Éfeso, causando gran conmoción en la comunidad local. Éfeso fue el lugar de muerte del apóstol Juan, alrededor del año 100 d.C. https://www.ephesustravelguide.com/blog/historia-de-efeso-ruinas-de-la-ciudad-antigua-de-efeso
El templo de Artemisa se vería así si no se hubiera destruido
Hija de Zeus y hermana melliza de
Apolo, Artemisa era la diosa griega de la fertilidad, la caza y la guerra. Para
rendirle culto, el rey Craso de Lidia mandó erigir este templo en el siglo VI
a.C., diseñado por el arquitecto Quersifonte.
https://historia.nationalgeographic.com.es/a/asi-se-veria-templo-artemisa-efeso-actualidad_14273
Existen
claros pasajes bíblicos que aluden a Éfeso, como el de Hechos
19-20, en relación al ministerio del Apóstol Pablo en esa ciudad. Se
cree que San Pablo pasó dos años y medio en Éfeso, durante su tercer viaje
misionero, hasta que una revuelta lo obligó a abandonar la ciudad. Algunas
fuentes aseguran que el apóstol fue encarcelado en lo que se conoce como
“Prisión de San Pablo en Éfeso”, una pequeña torre en las murallas
helenísticas de la ciudad. De esta manera, finalmente, la fe en Cristo y
la veneración a la Santísima Virgen reemplazaron el culto a Artemisa
y otras deidades paganas.
En el
año 431, tuvo lugar en Éfeso el tercer concilio ecuménico, en el
que se debatió el tema de la Virgen María como la Madre de Dios.
Ahí se decidió también que Cristo tenía una doble naturaleza, hombre-Dios
y la Virgen María era la madre, la portadora de Dios.
Después que nuestro señor Jesús ascendiera a los cielos, la historia
registra que la Virgen María se quedó en Jerusalén durante 3 años, ella estuvo
por Betania y posterior 9 años después, registró que estuvo por las cercanías
de Éfeso (Turquía). En este lugar, ella vivió sus últimos años de vida. La
Virgen María falleció a los 63 años de edad, convirtiendo el lugar donde habitó
en un espacio santo para los cristianos. Hoy lleva como nombre “la capilla de
la Panaya Kapuli o Kaulu” que en turco significa “Capilla de la toda pura
María”.
Cuando se indagó más sobre la vida de la Virgen María y lo que hizo en
sus últimos años, 2 sacerdotes franceses Henry Jung y Eugène Poulin de la
congregación lazarista se vieron obligados a profundizar ante la insistencia de
la madre superiora del convento Hermanas de la Caridad ,Sor Marie de
Mandat-Grancey, por las diversas visiones que tuvo una mística alemana, la
Beata Anna Katharina Emmerick (1774-1824), Ella recibió visiones constantes de
la vida pública de Jesús y de la Virgen que luego fue recolectada y publicado
después de su muerte por el escritor alemán Clemens Brentano. Esta religiosa
alemana Katharina Emmerick fue beatificada por el Papa Juan Pablo II el 23 de
octubre de 2004, en su lecho de muerte, en una ciudad de Westfalia.
Es entonces que estos 2 sacerdotes tras mucho trabajo de indagación y
esfuerzo, encontraron las ruinas de la casa de la Virgen María basándose en las
visiones que describía Emmerick, daba la impresión que había sido utilizada
como Capilla.
Como resultado de este descubrimiento, la primera peregrinación a la
casa de la Virgen María fue en 1896, después de cinco años de descubrirlo,
luego llegaron más congregaciones del extranjero y, por lo tanto, en 1950, el
Vaticano de Roma definió el dogma de la Asunción de María por el papa Pío XII.
Desde entonces, el número de turistas y peregrinos ha aumentado cada año.
El Papa Juan Pablo II llego a Éfeso en dos oportunidades, primero el 26
de Julio de 1967, escoltado por su congregación y por toda la multitud que
aguardaba afuera. Aquí el Papa rezo durante un largo tiempo frente del altar,
encendiendo una lámpara que el trajo por sí mismo para obsequiarla a las
hermanas de la Caridad, quienes se encargaban del cuidado y mantenimiento del
lugar Santo. Posteriormente visitó nuevamente la casa de la Virgen María el 30
de noviembre de 1979 tras su visita a Ankara.
Otro de los
papas que visitó la casa de la Virgen María fue el Papa Benedicto XVI quién
llegó a Éfeso el 29 de noviembre de 2006.
Luego de la crucifixión de Jesús, los apóstoles huyeron de Jerusalén. Era
demasiado arriesgado quedarse ahí. A Juan correspondería llevar el Evangelio al
Asia Menor. Así fue como llegó, entre el año 36 y el 42, a la población griega
de Éfeso, organizada en torno al templo de Artemisa, y es muy probable que
llegara aquí con María. Desde la cruz, Jesús se dirigió a María y le dijo,
refiriéndose a Juan: “Éste es tu hijo”, y a
Juan: “Ésta es tu madre”, encomendando uno al otro.
Es improbable que Juan, “el apóstol amado”, desatendiera este legado
postrero de su Mesías. Hay mucha oscuridad en torno a la vida de estos primeros
seguidores de Jesús, que ha dado lugar a debates sin solución, en verdad, desde
el punto de vista histórico. Se sabe que Juan estuvo una temporada en la isla
griega de Patmos, en el Egeo, no muy lejos de aquí, y que ahí habría redactado
o transcrito el Libro de las revelaciones, o el Apocalipsis, que le dictara un
ángel, y es probable que muriera de vuelta en Éfeso, a edad provecta —el único
de los apóstoles en no morir martirizado—.
Frente
a la colina Ayasuluk, donde está el sepulcro supuesto de Juan, se encuentra
otra, llamada Koressos —su nombre turco, Bülbül Dağı, significa monte del
ruiseñor—, donde se cree que vivió y murió la Virgen María. La ubicación exacta
del sitio se debe a las visiones de una monja estigmática alemana, llamada Anne
Catherine Emmerich (beatificada por Juan Pablo II) recogidas, probablemente
adornadas y publicadas a mediados del siglo XIX por el poeta romántico alemán
Clemens Brentano.
Con
diferencias teológicas de matiz, tanto la Iglesia católica como la ortodoxa
mantienen la creencia de que el cuerpo de María subió al cielo.
Convenientemente, estos dos sucesos sobrenaturales se celebran el mismo día,
cada 15 de septiembre, fecha en que llegan al lugar peregrinos católicos,
ortodoxos de Siria, de Rusia, incluso del mundo islámico, donde se tiene a la
Virgen también por sagrada y se cree igualmente en su asunción.
Algunos
peregrinos suben a pie, en penitencia, seguramente inconscientes de la notable
continuidad que su ritual establece con los peregrinos que, 2,000 años atrás,
acudían de todo el mundo antiguo a venerar a otra madre, Artemisa, al
mismo lugar.
Se
trata de una capilla modesta, pequeña,
construida, más que reconstruida, sobre los cimientos de una estructura
encontrada ahí por el abate Gouyet, a fines del siglo XIX, a partir de las
visiones de la monja estigmática alemana, y que efectivamente datan de la era
apostólica.
A diferencia del monte donde se ubica el sepulcro de Juan, este otro es boscoso, sereno. Árboles venerables, viento de montaña amortiguado, recogimiento de los fieles que ingresan a la capilla y cambian una moneda por velas que luego encienden afuera del templo. Una fuente surte agua de un manantial, bendita por la sacralidad de este lugar en la Tierra. Es costumbre entre los peregrinos dejar un anhelo enrollado en un papelito en uno de los muros del exterior. La humildad de la casa hace pensar en la precariedad, muchas veces olvidada, de los hombres que rodearon a Cristo en esos primeros años, que el poderoso mundo pagano de Roma quiso, primero, marginar. https://travesiasdigital.com/destinos/efeso-en-contacto-con-la-antigueda